Al considerar la adquisición de un smartphone en el mercado de segunda mano o al recordar modelos que marcaron una época, es posible encontrarse con dos dispositivos de Samsung que, en su momento, tuvieron una presencia significativa: el Samsung Galaxy S5 y el Samsung Galaxy J7.
Lanzados en diferentes momentos y con enfoques distintos, la pregunta sobre cuál es mejor no tiene una respuesta simple ya que depende enteramente de las prioridades del usuario y del contexto actual, considerando que ambos son dispositivos con varios años en el mercado.
Hoy vamos a analizar las fortalezas y debilidades de cada uno en aspectos clave donde se destaquen para ofrecer luz y logres tener una perspectiva clara a la hora de tomar una decisión.
Diseño y construcción: Un enfoque premium contra la funcionalidad
En términos de diseño y construcción, el Galaxy S5 ofrecía un acabado más premium, resistencia al agua y características adicionales como el sensor de huellas y el monitor de frecuencia cardíaca. El Galaxy J7, en cambio, se centraba en la funcionalidad y un diseño más sencillo, priorizando una pantalla más grande.
Samsung Galaxy S5
Lanzado en abril de 2014, representaba la quinta generación de la línea insignia de Samsung. Su diseño apostaba por una estética más premium en comparación con sus predecesores, aunque mantenía un cuerpo de plástico con un acabado perforado en la parte trasera que ofrecía un mejor agarre.
Una de sus características destacadas era la certificación IP67, que lo hacía resistente al polvo y al agua (sumergible hasta 1 metro durante 30 minutos), una característica poco común en su época. Además, incorporaba un sensor de huellas dactilares en el botón de inicio y un monitor de frecuencia cardíaca en la parte trasera, cerca de la cámara. Su tamaño compacto y su peso de 145 gramos lo hacían relativamente cómodo de manejar con una sola mano.
Samsung Galaxy J7
Por otro lado, el J7 cuyo lanzamiento oficial se produjo en junio de 2015, se posicionaba como un dispositivo de gama media, priorizando la funcionalidad y un precio más accesible. Su diseño era más sencillo, con un cuerpo de plástico y líneas menos elaboradas.
Si bien no ofrecía resistencia al agua ni sensor de huellas dactilares en su lanzamiento original, su construcción se sentía sólida y funcional. Con una pantalla más grande de 5.5 pulgadas, era ligeramente más voluminoso y pesado que el S5 (171 gramos), lo que podría influir en la comodidad de uso para algunos usuarios.
Rendimiento y especificaciones técnicas: La potencia del Flagship contra la eficiencia de la Gama Media
En cuanto a rendimiento y especificaciones técnicas, el Galaxy S5 ofrecía una mayor potencia de procesamiento, una pantalla de mayor resolución y una cámara más capaz. El Galaxy J7, si bien menos potente, ofrecía una pantalla más grande y una batería con mayor duración.
Samsung Galaxy S5
Este equipo venía equipado con un potente procesador Snapdragon 801 de cuatro núcleos (en algunas regiones se ofrecía una variante con el Exynos 5 Octa de Samsung), acompañado de 2 GB de memoria RAM. Esta configuración le permitía ofrecer un rendimiento fluido para la mayoría de las tareas, incluyendo la ejecución de aplicaciones exigentes y juegos.
Su pantalla Super AMOLED Full HD (1920 x 1080 píxeles) de 5.1 pulgadas ofrecía una excelente calidad de imagen con colores vibrantes y negros profundos. Además, contaba con una cámara trasera de 16 megapíxeles capaz de grabar video en 4K, lo que lo convertía en una opción destacada en el apartado fotográfico en su momento.
Samsung Galaxy J7
Por su parte, este modelo incorporaba un procesador Exynos 7580 de ocho núcleos a 1.5 GHz, acompañado de 1.5 GB de memoria RAM. Si bien ofrecía un rendimiento adecuado para las tareas diarias y algunas aplicaciones, no alcanzaba la potencia del S5 en escenarios más exigentes como juegos con gráficos intensos.
Su pantalla Super AMOLED de 5.5 pulgadas tenía una resolución HD (720 x 1280 píxeles), lo que significaba una menor densidad de píxeles y, por lo tanto, una imagen menos nítida en comparación con el S5. Su cámara trasera de 13 megapíxeles ofrecía una calidad fotográfica decente para su gama, pero no igualaba las capacidades del sensor del S5. Una ventaja del J7 era su batería de 3000 mAh, ligeramente superior a la del S5 (2800 mAh), lo que generalmente se traducía en una mejor autonomía.
Software y experiencia de usuario: La evolución de TouchWiz
Ambos dispositivos se lanzaron con diferentes versiones de Android y la capa de personalización TouchWiz de Samsung.
Por un lado, el Galaxy S5 llegó con Android 4.4.2 KitKat, actualizable hasta Android 6.0 Marshmallow. TouchWiz en el S5 ofrecía una interfaz con diversas funciones adicionales, algunas de las cuales fueron bien recibidas y otras criticadas por su posible impacto en el rendimiento.
Mientras que, el Galaxy J7 se lanzó con Android 5.1 Lollipop, actualizable hasta Android 7.1.1 Nougat en algunas variantes. La versión de TouchWiz presente en el J7 era generalmente más ligera y optimizada para su hardware de gama media, ofreciendo una experiencia de usuario más fluida en las tareas cotidianas.
Considerando el tiempo transcurrido desde su lanzamiento, es importante tener en cuenta que ambos dispositivos ya no reciben actualizaciones oficiales de software por parte de Samsung. Esto implica que podrían no ser compatibles con las últimas versiones de algunas aplicaciones y podrían presentar vulnerabilidades de seguridad conocidas.