Mejorar el rendimiento de una notebook es una preocupación común para muchos usuarios. Con el paso del tiempo, el uso constante de programas, aplicaciones y archivos puede hacer que el sistema se vuelva lento o que deje de funcionar de manera óptima. Sin embargo, existen diversas estrategias y recomendaciones que pueden ayudar a acelerar y optimizar el rendimiento de tu notebook, asegurando que funcione de manera fluida y eficiente durante más tiempo.
¿Por qué es necesario hacer limpiezas en tu notebook?
A medida que usamos nuestras notebooks de forma diaria, es común que el rendimiento del dispositivo se vea afectado por el paso del tiempo. Esto es algo completamente normal, pero a la vez frustrante. Con el uso constante, los archivos temporales, cachés y otros datos innecesarios comienzan a acumularse en el sistema, lo que puede reducir su velocidad.
Los programas que se ejecutan en segundo plano, así como las aplicaciones no deseadas, también consumen recursos, lo que hace que el rendimiento general de la notebook se vea comprometido. De igual manera, los archivos y programas obsoletos que no se eliminan a tiempo ocupan espacio en el disco duro, lo que contribuye a que la computadora se vuelva más lenta.
La acumulación de estos «restos digitales» tiene un impacto negativo en varias áreas clave del funcionamiento del sistema. En primer lugar, el rendimiento se ve afectado por la reducción en la cantidad de espacio libre en el disco duro. Un disco casi lleno ralentiza la capacidad de la computadora para manejar procesos, lo que provoca una reducción en la velocidad general del sistema.
En segundo lugar, los programas que siguen ejecutándose en segundo plano, incluso después de haber sido cerrados o desinstalados, siguen consumiendo recursos como memoria RAM y poder de procesamiento de la CPU, lo que limita la capacidad del sistema para realizar otras tareas. Si no se realizan limpiezas periódicas, la notebook se vuelve más lenta, menos eficiente y, eventualmente, puede experimentar fallos en su funcionamiento.
Además, realizar limpiezas periódicas es crucial para liberar espacio en el disco duro, lo que no solo mejora el rendimiento de la notebook, sino que también ayuda a evitar que el sistema se sobrecargue con datos innecesarios.
Al eliminar archivos temporales, cachés de navegador, registros de aplicaciones y otros archivos redundantes, se puede liberar espacio valioso que mejora la capacidad de la notebook para manejar nuevos archivos y procesos. En resumen, limpiar regularmente el sistema no solo mejora la velocidad y la eficiencia, sino que también ayuda a prolongar la vida útil del dispositivo.
¿Cómo mejorar el rendimiento de una notebook?

Para mejorar el rendimiento de una notebook, hay una serie de acciones para realizar. Por eso, estas son 4 cosas para chequear y hacer que tu dispositivo funcione mejor:
1. Actualiza el sistema operativo y los controladores
Uno de los primeros pasos que debes dar para mejorar el rendimiento de tu notebook es asegurarte de que el sistema operativo esté completamente actualizado. Las actualizaciones del sistema operativo no solo agregan nuevas características y funcionalidades, sino que también corrigen errores y mejoran la seguridad del sistema. Además, las actualizaciones del sistema operativo incluyen mejoras en el rendimiento que pueden hacer que tu notebook funcione más rápido.
Lo mismo ocurre con los controladores (drivers) de hardware. Estos son programas que permiten que el sistema operativo se comunique con los componentes de hardware de la notebook, como la tarjeta gráfica, el procesador y la placa base. Si los controladores están desactualizados, es probable que experimentes problemas de compatibilidad o un bajo rendimiento en algunas aplicaciones. Asegúrate de actualizar los controladores del sistema regularmente, especialmente los de la tarjeta gráfica, la tarjeta de sonido y los controladores de red.
2. Desinstala programas innecesarios
Las notebooks tienden a acumular una gran cantidad de programas y aplicaciones con el tiempo, muchos de los cuales ya no se utilizan. Estos programas no solo ocupan espacio en el disco duro, sino que también pueden consumir recursos del sistema y hacer que el equipo se vuelva más lento.
Revisa periódicamente las aplicaciones instaladas en tu dispositivo y elimina aquellas que no necesites o que no uses con frecuencia. En Windows, puedes acceder al panel de control para desinstalar programas, mientras que, en macOS, puedes arrastrar los programas no deseados a la papelera.
Además de desinstalar programas, también es importante desactivar o eliminar cualquier programa que se inicie automáticamente con el sistema. Muchos programas, como los reproductores de música o los servicios de mensajería, se configuran para abrirse automáticamente al arrancar el sistema, lo que puede ralentizar el tiempo de inicio. Accede al «Administrador de tareas» en Windows o «Preferencias del Sistema» en macOS para desactivar estos programas innecesarios y mejorar el tiempo de arranque.
3. Libera espacio en el disco duro
Para mejorar la velocidad y la capacidad de respuesta, es esencial liberar espacio en el disco duro. Existen varias formas de hacerlo, comenzando por eliminar archivos temporales, cachés del navegador y otros datos no esenciales. Las herramientas de limpieza de disco, como el Liberador de espacio en disco en Windows o CleanMyMac en macOS, pueden ayudarte a eliminar estos archivos innecesarios de manera rápida y fácil.
Si la notebook tiene un disco duro tradicional, una excelente forma de mejorar el rendimiento es cambiarlo por un disco de estado sólido. Estos últimos son significativamente más rápidos que los duros, lo que mejora la velocidad de arranque y la carga de aplicaciones.
4. Añadir más memoria RAM
La memoria RAM es uno de los componentes clave para el rendimiento de una notebook. Si tu equipo tiene poca memoria RAM, es probable que se vuelva lento cuando intentas realizar varias tareas al mismo tiempo o ejecutar aplicaciones exigentes.
La buena noticia es que, en muchos casos, puedes ampliar la memoria RAM de tu notebook. Si tu dispositivo tiene ranuras disponibles, agregar más memoria puede ser una de las formas más efectivas de mejorar el rendimiento. Asegúrate de revisar cuánta RAM admite tu equipo y de elegir un tipo de memoria compatible.
 
					